Negar la muerte.


holocausto1
La Shoah es un concepto hebreo que explica el asesinato de judíos en la Segunda Guerra Mundial  a  partir de evidencias  que no deben cuestionarse, como el término «genocidio» para la horrible matanza,  la utilización de cámaras de gas por los nazis y la cantidad de seis millones de víctimas judías como cifra oficial. Bajo la Shoah varias legislaciones del mundo evitan una revisión histórica de los hechos, con la intención de impedir el rebrote de grupos antisemitas.  Pero en el mundo aparecen voces que desestiman esa historia y que enfrentan una verdad con sus supuestas verdades. Los odios raciales vuelven a surgir.

Cuando un gobierno ejerce la violencia sobre su población o la estimula a que se desarrolle,  rompe todas las reglas de convivencia y respeto. Arrasa con la dignidad humana, y viola los derechos fundamentales a la vida y la libertad.  Esos excesos han sido comunes a la hora de reducir opositores, utilizando fanatismos xenófobos y nacionalistas para que la raza dominante mantenga el liderazgo en un territorio.  Eso ha ocurrido en la historia humana muchas veces.

holocausto7Desarmar esos regímenes violentos no es tarea sencilla, y, en ocasiones, se han dimensionado los hechos para permitir crear una mayor conciencia crítica en la población. La manipulación de la historia ha servido para justificar políticas de estado,  impidiendo el debate, el cuestionamiento, la observación detallada de hechos que merecen una mayor transparencia. Las versiones que quedan no siempre conservan a la verdad, y los historiadores saben de ello a la hora de intentar revisar el pasado. Esa tarea de «dibujar» la historia, atenta contra los necesarios cuestionamientos que servirían para no repetir los errores del pasado.

La Segunda Guerra Mundial involucró a naciones líderes del planeta y su desenlace ofrece numerosos vacíos históricos que algunos pretenden aclarar, no siempre de la mejor manera.  El llamado «holocausto» ha derivado en una tendencia señalada como  «negacionismo»,  es decir, negar el hecho como tal, olvidando a las víctimas.

holocausto6Aquellos que analizan la historia de ese conflicto mundial reconocen el enorme poder que alcanzó la contraofensiva de inteligencia, a través de medios de comunicación o campañas de propaganda que sembraban de mentiras al pueblo enemigo para alterar su moral y corroer a sus gobiernos. Quienes revisan la gran guerra señalan estas campañas como fuente de inspiración de la actual versión de los hechos.

 

El estado de Israel reaviva la polémica.

El renovado conflicto entre Israel y el grupo islámico Hamas, que derivó en un ataque de proporciones de judíos en  el sector llamado Franja de Gaza, ha abierto otra vez el debate acerca del holocausto al acusarse a Israel de provocar uno sobre la población árabe. Lo que parece ser una nueva ola antisemita, se fundamenta en la actitud beligerante de Israel que indigna por sus proporciones monstruosas. En verdad el estado judío no parece transmitir un mensaje de paz y armonía al mundo, y su acción militar no se ha detenido frente a niños y familias indefensas.

Los hechos salpican al Vaticano y su solapado discurso antisemita,  reabriendo peligrosamente heridas en el mundo occidental.

El periódico Prensa Libre de Guatemala ofrece una descripción de la noticia que involucró a una polémica decisión papal y a funcionarios de la Iglesia Católica.

holocausto2El 24 de enero último el Vaticano anunció que con fecha 21 del mismo mes Benedicto XVI levantó la excomunión a los cuatro obispos consagrados por el fallecido arzobispo cismático Marcel Lefebvre en 1988.

La rehabilitación de esos obispos coincidió con las declaraciones de Williamson a una televisión sueca, a principios de este año, en las que negó el Holocausto judío y afirmó que «no existieron las cámaras de gas», y que solo unos 300 mil judíos, «y no seis millones», murieron en los campos de concentración nazis.

En Alemania, los ánimos están revueltos en la Prensa, en la jerarquía católica y en la opinión pública, a lo que se sumó la canciller alemana, Ángela Merkel, que el martes recién pasado exigió al Papa «palabras muy claras» sobre la negación del Holocausto por el obispo Williamson.

Esta exigencia hizo llover sobre mojado en el Vaticano, debido a que el semanario Der Spiegel publicó en su portada: «el Papa que patina», y el Consejo Central Judío de Alemania congeló su diálogo con la Iglesia. Nada que ver con aquella Alemania, llena de simpatía, que en abril del 2005 recibió el papado del bávaro Joseph Alois Ratzinger con el titular del Bildt «Somos Papa». Esta semana, Die Tageszeitung parafraseaba aquello con otro titular que decía: «Somos patéticos».

Ocho obispos y arzobispos alemanes se pronunciaron de manera crítica, incluido el cardenal de la Curia Romana (Gobierno de la Iglesia Católica), Walter Kasper, que habló de «errores de gestión y comunicación» en el Vaticano.

Werner Thissen, obispo de Hamburgo, ve una «clara pérdida de confianza» en el Papa. «Rehabilitar a un negacionista del Holocausto es siempre la peor decisión», expresó. Su colega de Stuttgart, Gebhard Fürst, habló de «atentado a la credibilidad de la Iglesia».

Antecedentes

El obispo francés Marcel Lefebvre fundó en 1969 la tradicionalista Fraternidad Sacerdotal San Pío X (Fsspx), cuyos miembros rechazaron las reformas del Concilio Vaticano II celebrado entre 1962 y 1965. En 1988, luego de que Lefebvre ordenara a cuatro obispos, el papa Juan Pablo II excomulgó a los cinco religiosos, lo que causó un cisma en la Iglesia Católica.

Los lefebvristas objetaron el Concilio Vaticano II no solo porque le daba la bienvenida al uso de idiomas modernos en la misa, sino además debido a que promovía la libertad religiosa y repudiaba cualquier base teológica para el antisemitismo.

El movimiento lefebvrista, conocido como negacionista o revisionista, nació por oposición al Concilio Vaticano II, que abrió la Iglesia a los sectores sociales y laicos, y determinó el acercamiento a musulmanes y judíos.

Reacción israelí

Israel «lamenta» y «se inquieta» por la decisión del Vaticano de rehabilitar en el seno de la Iglesia al obispo negacionista Williamson, declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí.

«La reintegración de un obispo negacionista del Holocausto por la Santa Sede es una ofensa para todos los judíos, de Israel y del mundo, y una ofensa a la memoria de las víctimas y supervivientes del Holocausto», destacó el comunicado.

Debido a esa avalancha de críticas, el Papa manifestó su solidaridad con las autoridades religiosas israelíes y además exigió a Williamson que se retracte de manera «inequívoca y pública» de su negación del Holocausto para poder ejercer como prelado de la Iglesia Católica.

También pidió a Williamson, Bernard Fellay, Alfonso de Galarreta y Tissier de Mallerais -lefebvristas a quienes hace poco el Papa levantó la excomunión- que acepten el Concilio Vaticano II.

Incomunicación

El Vaticano enfatizó en que cuando el Papa rehabilitó a Williamson, Benedicto XVI «no conocía» su posición sobre el Holocausto «en el momento de revocar la excomunión».

El cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, encargado de negociar la reconciliación con los lefebvristas, es señalado del error de desinformación cometido y reconocido por el Pontífice.

«Si alguien tenía que saberlo, ese era el cardenal Castrillón Hoyos», reconoció el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi.

En ese sentido, Marco Politi, vaticanista del diario La Repubblica, considera que esa controversia reveló grietas en la fachada de unidad del Vaticano y planteó dudas sobre la asesoría que recibe el Papa y su acceso a la información.

«¿Quién manda (verdaderamente) en el Vaticano?», se preguntó el diario económico Il Sole-24 Ore, y el vaticanista Sandro Magister habló en su bitácora (www.chiesa.it) de «un doble desastre de gobierno y comunicación» causado por «la soledad del Papa» y «la incapacidad de la Curia».

Las primeras consecuencias ocurrieron el viernes último, cuando los lefebvrianos italianos anunciaron la expulsión del sacerdote Floriano Abrahamowicz, responsable de la sección del noreste de ese país, que calificó el Concilio Vaticano II como una «herejía y una cloaca» y se unió a las tesis negacionistas del Holocausto.

Además, Williamson podría enfrentar una condena a prisión en Alemania, donde el artículo 130 del Código Penal establece castigos de hasta cinco años de cárcel por negar o banalizar los crímenes nazis.

Williamson, encerrado en el seminario lefebvrista en La Reja, Argentina, se disculpó por medio de una carta por este terremoto religioso y agradeció, junto a los otros tres tradicionalistas, el gesto revocatorio del Papa; sin embargo, mantienen sus «reservas» sobre el Vaticano II y guardan silencio acerca de su postura sobre el Holocausto.

Finalmente el cuestionado obispo fue expulsado de la Argentina y viajó a Europa en donde esperan numerosas demandas.

holocausto3Su discurso es compatible con otros que intentan reducir al mínimo la masacre de la Segunda Guerra Mundial sobre los judíos y otras etnias. La profundidad de «negacionismo» altera notablemente la historia revelada, y exhibe a un régimen nazi que no hablaba de exterminio, y cuyos campos de la muerte no eran más que fábricas para la guerra.

Los trabajos publicados al respecto ponen en duda a las cámaras de gas, y buscan demostrar que Hitler estaba lejos de aceptar los excesos de algunos colaboradores, con los que no compartía los métodos de eliminación de judíos.

Para ellos, la cifra  de 6 millones queda reducida en varios ceros, lo que incomoda a la comunidad judía que no aceptaría debatir estas cuestiones.

Argentina vivió una época de sangre cuyas heridas todavía no están completamente cerradas. La clandestinidad de estas operaciones impidió realizar estadísticas que conformaron a todos, pero los hechos quedaron demostrados por sobrevivientes, vivencias y evidencias que no deberían ser enfrentados en el terreno de lo racional.  

En un estado totalitario, militarista e imperialista, los ideales de sus líderes sobrepasan el derecho individual a la vida y a la libertad. La detención de opositores, su encierro, tortura y muerte no tiene justificación alguna. La sangre derramada no puede ser retirada fácilmente.

Si bien derrocados esos regímenes los vencedores podrán exagerar los sucesos, tarde o temprano se entenderá que los mismos no pueden repetirse. Y allí está la lección que la historia nos ofrece y que nadie debería negar.

 

Claudio Scabuzzo
La Terminal
Agregado el 5/8/09
Negar la muerte. Parece que las estadísticas son fundamentales para justificar una masacre. Pero hay que mirar lo cierto sin restar trascendencia al hecho que lo provocó. En estos días un debate se abrió en Argentina por el número de desaparecidos. Parece que cifra que las organizaciones de derechos humanos y algunos partidos politicos dista mucho de la información recabada sistemáticamente por la democracia. Hay una diferencia de casi 20 mil desparecidos. ¿En que cambiaría la condena al hecho si reconocemos que no fueron 30 mil los desaparecidos? Los torturadores existen, merecen igual castigo con 1 o 10 mil víctimas en sus manos.
La información que transcribo la extraigo del sitio del diario ABC de España:
¿Cuántos son los desaparecidos?La cifra sobre el número de desaparecidos durante la última dictadura argentina (1976-83) vuelve a ser motivo de polémica. Los casos comprobados por la Conadep (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) no llegan a nueve mil aunque esa comisión advirtió: “tenemos todas las razones para suponer una cifra más alta”.

El Gobierno de Kirchner publicó una nueva versión del Nunca Más, con motivo del 30 aniversario del golpe militar, donde la Secretaría de Derechos Humanos contradice el prólogo, de Ernesto Sábato, y el informe al asegurar: “la dictadura hizo desaparecer a treinta mil personas”.

Graciela Fernández Meijide, miembro de la Conadep, madre de un hijo desaparecido, ex diputada, ex senadora y ex ministra del maltrecho Gobierno de Fernando de la Rúa, ha alzado su voz para cuestionar la falta de respeto a los hechos históricos. “El número de treinta mil desaparecidos –insiste en declaraciones a La Nación- puede ser simbólico o puede ser cierto. Yo no digo que no pero por respeto a los desaparecidos hay que manejarse con la cifra documentada”.

Eduardo Luis Duhalde, al frente de la Secretaría de derechos Humanos que incorporó el nuevo prólogo dando como oficial la cifra de treinta mil desaparecidos ha declarado: “El único registro fehaciente de la cantidad de víctimas asesinadas está en poder de los asesinos”.

Uno, cinco, cien, mil, nueve mil… Las atrocidades del terrorismo de Estado de los años 70 son lo suficientemente graves como para que, desde el propio Estado, se insista en sostener, al menos hasta ahora, una mentira. La verdad tiene peso propio y tergiversarla sólo sirve para dar oxígeno a los que niegan la historia.

http://participacion.abc.es/eltalondeamerica/post/2009/08/05/aacuaantos-son-desaparecidos

9 Comentarios Agrega el tuyo

  1. natalia dice:

    haay como hitler pudo ser capz de ser hezo pobresito es pero que dios nos perdone por todo eso es como ser inserhumano

    Me gusta

  2. hjdjff dice:

    malditos nazis

    Me gusta

  3. Claudio Scabuzzo dice:

    Pese a todo, Williamson debió pedir perdón por sus dichos. La noticia se difundió por varios medios, pero no tuvo la misma repercusión que sus aseveraciones:

    El obispo que reabrió la polémica sobre el holocausto tuvo que retractarse.

    26-02-2009 / «A todas las almas que quedaron honestamente escandalizadas por lo que dije, ante Dios, les pido perdón», afirmó el Obispo lefebvrista, en referencia a las víctimas del Holocausto como también a la Iglesia Católica.

    Holocausto. Para el obispo Williamson, no existió. El obispo ultraconservador Richard Williamson, quien arribó ayer a Londres expulsado de la Argentina tras una polémica por negar el Holocausto judío, pidió perdón a las víctimas y también a la Iglesia. «A todas las almas que quedaron honestamente escandalizadas por lo que dije, ante Dios, les pido perdón», afirmó el sacerdote, en un comunicado que recoge hoy la agencia católica Zenit.

    Williamson es uno de los cuatro obispos de la Fraternidad de San Pío X a quienes el Papa levantó la excomunión y se encuentra en Londres tras ser expulsado por el gobierno de Argentina por sus polémicas declaraciones. Además, explicó que «el Santo Padre y mi superior, el obispo Bernard Fellay, me han pedido que reconsidere las declaraciones que hice en un canal de televisión de Suecia hace cuatro meses, pues sus consecuencias han sido muy fuertes».

    http://www.elargentino.com/nota-30283-Williamson-pidio-perdon-por-sus-dichos-.html

    Me gusta

  4. Norman dice:

    Claudio,

    Mira estos videos (con la mente abierta), despues busca en otras fuentes independientes y saca tus conclusiones.
    La historia del holocausto tal como es contadada hoy no es exacta, fue resultado de la propaganda de guerra inglesa y aprovechada por los vencedores y por el sionismo.

    Si no fuera asi, por que hay leyes para encarcelar al que opine diferente?

    Pensa, se puede negar la existencia de Dios, de Jesus, pero no del ‘Holocausto Judio’ (?)
    Eso no suena razonable…

    Me gusta

  5. Eduardo dice:

    “Who controls the past, controls the future; who controls the presents, controls the past”.
    (George Orwell, “1984”)

    Por supuesto, por supuesto. ¿Cómo, el lector no lo sabía? Entonces es hora de que se entere: hay un hipopótamo instalado en su dormitorio.
    Ciertos lectores se inclinarán a la suspicacia. Su incredulidad quedará disipada mediante el siguiente diálogo.

    DIALOGO 1. El Hipopótamo Metafísico.

    -Usted habla nada menos que de un hipopótamo en mi dormitorio, es un completo disparate.
    -¿Por qué un disparate?
    -En mi dormitorio no veo ningún hipopótamo.
    -Ah, pero ése no es motivo de duda: le aclaro que se trata de un hipopótamo invisible, pero no por eso menos real.
    -¿Un hipopótamo invisible pero real? ¿Y como entra semejante paquidermo en el dormitorio, cómo no tropiezo con él?
    -Le aclaro que no estamos hablando de un hipopótamo vulgar, éste es invisible e intangible, atraviesa las paredes y, por supuesto, usted no puede palparlo.
    -Aún así. Mi perro lo escucharía y lo olería.
    -Tampoco, no despide olor ni hace ruido. Es invisible, intangible e inaudible -y por si pretendiera usted ponerse en materialista, le indico desde ya, que este hipopótamo no presenta masa, ni energía, ni reacciona a los instrumentos de laboratorio.
    -¿Pero qué hipopótamo es ése?
    -Es un hipopótamo metafísico.

    ¿Ha quedado usted convencido? El incrédulo lector se dirá que no hay ninguna diferencia entre afirmar un hipopótamo metafísico en el dormitorio o simplemente negar que exista allí un hipopótamo.

    Ajá. Claro, es fácil hacerse el inteligente cuando no hay riesgo.

    Pero la cuestión se complicaría si hubiese una Religión del Santo Hipopótamo, con un imponente número de creyentes, predicadores, teólogos e inquisidores… y si las autoridades nacionales e internacionales reconocieran al Hipopótamo Metafísico y dictaran leyes castigando severamente a quienes pusieran en duda su existencia. En ese caso el lector omitirá tantas preguntas y conviviría lo mejor posible con el paquidermo.

    ¿Pasan esas cosas en el mundo real? Bueno, según se mire. En vez de Hipopótamo ponga usted “Holocausto” y observe las reacciones. Como declararon públicamente P. Vidal-Naquet, L. Poliakov y treinta intelectuales franceses:
    “No se puede preguntar cómo fue posible el genocidio. Fue técnicamente posible, porque tuvo lugar. Ése es el punto de partida obligatorio para toda investigación histórica sobre el tema. Nosotros queremos simplemente recordar: no hay discusión sobre la existencia de las cámaras de gas, ni puede llegar a haberla”
    (Le Monde, 21.2.79).
    Aquí entonces, no se admiten discusiones, se cree o se marcha preso. ¿Por qué? En parte por decoro, por no hacer el ridículo. Las discusiones, cuando estaban permitidas, se iban pareciendo a las de Arriba.

    DIALOGO 2. El Holocausto Metafísico

    -Si se hubiera gaseado a tanta gente deberían verse algunas huellas.
    -El gas del Holocausto se disipa y no deja huellas.
    -Quedarían cadáveres.
    -Nada de eso, eran incinerados por completo y las cenizas también desaparecían sin dejar rastros.
    -Pero los crematorios no pueden trabajar de esa manera, se necesitarían millones de toneladas de carbón, que en la guerra era sumamente escaso.
    -En el caso del Holocausto se disponía de ese carbón en depósitos secretos.
    -Un disparate. Además, las chimeneas estarían arrojando humo sin interrupción y se vería en las miles de fotos áreas que los aliados tomaron sobre Auschwitz.
    -Nada de eso, probablemente esos aviones de reconocimiento disponían de un filtro especial que eliminaba el humo.
    -Aún así, se verían en las fotos las sombras que arroja el humo.
    -El humo del Holocausto no arrojaba sombras.
    -¿Pero qué clase de holocausto es ése?

    Etcétera. Por toda Europa las democracias liberales emiten gradualmente leyes de represión que impiden estas discusiones. Castigando las divergencias, salvan el consenso de los demócratas.

    ¿Se anima a seguir leyendo, o tiene miedo que lo encarcelen por investigar el holocausto judio?
    http://lapuertaangosta.blogspot.com/2009/05/el-hipopotamo-metafisico.html

    Me gusta

    1. Claudio Scabuzzo dice:

      El título de mi artículo «Negar la muerte» refiere a no detenernos en discutir como fue el llamado «holocausto», sino en entender que hubo muertes por la intolerancia racial o ideológica, en la segunda guerra y en muchos otros conflictos bélicos o politicos de la historia. Algunos buscan huellas de los muertos para justificar que no murieron. Pero los muertos están, ¿cuántos?, no sabemos. La guerra destruye todo, hasta el sentido común. La verdad está en los que sobrevivieron a la masacre, algunos de los cuales se animaron a contar las atrocidades del encierro. ¿Cómo fue el holocausto?. No sé. Al igual que en Argentina donde hubo un proceso sistemático para la desaparición de personas, otros países hicieron lo propio con sus enemigos internos. ¿Cómo eran las cámaras de gas?. ¿Existieron?. En Argentina hubo muchos métodos de eliminación, no los conozco en su mecánica porque me resultan horribles, cada testigo pudo haber contado algo de como lo torturaban… La discusión de la cámara de gas de Hitler es increíble, como si bastara que no haya existido para que tampoco hayan existido los muertos…. Pero las víctimas existieron, y hasta hay testigos que no hablan por miedo… Esos sobrevivientes no salen a aclarar nada sobre estas discursiones, ni ha darle la razón a los negacionistas, ni a abrazarse con sus torturadores… Para aquellos que «niegan la muerte», no existen ni siquiera los sobrevivientes ni los torturadores. Todo es una fantasía. ¿Y aquellos que me contaron sus historias en la europa de la guerra, me estaban mintiendo?… Creo que no. Me mienten otros que no dudan en seguir adelante con una xenofobia evidente y que disfrazan su discriminación con un catolicismo ferviente. Son patéticos. Pero no les niego su opinión, porque nos permiten comprender mejor estas historias.

      Me gusta

  6. Carlos Van Höelle dice:

    No importa cuantos murieron, si fuera uno solo, asesinado por sus creencias o por su origen familiar, étnico, género o nacionalidad. Eso es un crímen horrendo. El número solo importa a los titulares de los diarios. Un crímen discriminatorio es horrendo en si mismo.
    La historia de la Iglesia es una serie de traiciones y apropiaciones. No hay ninguna prueba histórica, ni evangélica, de la necesidad de tener un Papa o un reino de este mundo con tanto dinero.
    En realidad los Evangelios se escriben 200 años después de Cristo. Se expurgan en el Concilio de Constantinopla siglo V si no me equivoco. Muchos evangelios se consideran apócrifos y se seleccionan 4 a los que se les dá el nombre de unos apóstoles, pero no hay ninguna relación entre esos apóstoles y los escritos.
    El Antiguo Testamento es una versión vulgarizada de la Torah a la que se llama Quinquaginta, debido a la reunión de 500 Rabinos en Haifa, 50 años antes de Cristo, horas más, horas menos. En esa ocasión también eliminaron muchas tradiciones bíblicas que pasaron a ser cuentos Midráshicos y se conformaron los libros que componen hoy esa Torah o Viejo Testamento.
    No hay duda que todo es un montaje político.
    Todas las religiones están teñidas de sangre. Pero quizás el peor crímen es adjudicarse la representación de Dios. Dios no necesita gestores ni intermediarios.
    Pero el trabajo de gestor es muy rentable.
    Si la Constitución considera un crímen que alguien se proclame como representante del Pueblo de la Nación sin haber sido elegido, ¿Que le corresponde al que se hace pasar por intermediario necesario e ineludible de Dios?
    Recuerden que todas las guerras actuales tienen un trasfondo religioso. ¿No es hora de separar la Iglesia del Estado? ¿Y de prohibir la educación religiosa a menores de 18 años?

    Me gusta

  7. Padre Jose Luis dice:

    Oremos por la Iglesia y por nuestro Papa Benedicto XVI Dios guia a su iglesia y acordemonos que la iglesia busca la reconciliación

    Me gusta

Deja un comentario y participa del debate....

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.