El negocio no es la ciencia sino ganar mucho dinero rápidamente. Si algo caracteriza a parte de la industria farmacéutica mundial son sus enormes ganancias con baja inversión. En el camino del dinero fácil está Genomma Lab, mezcla de agencia de publicidad con fábrica de milagros. La empresa mexicana invade el mercado de países americanos con pocas regulaciones en productos médicos y de belleza. Promete demasiado.
«Genomma Lab está comprometido a mejorar el bienestar social aumentando la calidad de vida de sus consumidores mediante la investigación y análisis de los mejores ingredientes para el desarrollo y comercialización de productos de cuidado personal y medicamentos de libre venta (OTC), buscando así, generar los máximos niveles de rendimiento posibles a sus inversionistas.” Lic. Rodrigo Herrera Aspra, Presidente del Consejo de Administración Genomma Lab.
Cuando describí las prácticas comerciales de Herbalife me topé con lectores fanáticos que eran parte del negocio. Allí no solo estaba el ofrecimiento de una fórmula “mágica” sino un esquema de comercialización peligroso e ilegal. Sus vendedores irresponsablemente ofrecen productos para adelgazar, pero no hay certificación médica de que sea realmente así. Muchos otros hacen lo mismo. La veta en este lucrativo negocio de artículos engañosos para la salud o la belleza no termina de sorprender: Venden imágenes retocadas de antes y después, un slogan convincente, promesas imposibles de cumplir, ingredientes mentirosos y fórmulas poco originales o inocuas. Sus testimonios de efectividad son tan dudosos como la ética de las empresas involucradas y de los profesionales que los recomiendan.
Es una práctica legal aunque roza la ética empresarial y de los medios, pero nadie la cuestionará cuando hay millones de dólares en juego y ganancias extraordinarias.
Fuera de control.
Existe en Argentina una evidente fisura entre los organismos de control de salud y la publicidad masiva de la industria farmacéutica y cosmética. Los productos elaborados deben pasar por el ojo de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología médica, ANMAT, que lo hace apto para el consumo, aunque a veces solo lo rotule para una cuestionada venta libre.
Los productos terminan mayoritariamente en farmacias, donde un profesional los recomienda aunque no sirvan para nada.
El público llega convencido después de la publicidad insistente. Mucho dinero invertido en medios silencia las críticas y vuelve en muchas ventas, con alta rentabilidad por los márgenes fabulosos. Esos productos no existirían sin la publicidad, no nos engañemos.
Fluídos, tónicos, píldoras.
Esa invasión de la pantalla fue lo que me llamó la atención. Detrás de tantas marcas para distintas situaciones está Genomma Labs.
Su página en internet incluye una sección para ver cómo evolucionan las acciones e invita a invertir en ellos. Esta empresa mexicana no duda en tener alta rentabilidad aunque sus mecanismos rocen el sensacionalismo, el engaño y que sus fórmulas no sean tan novedosas como dicen que son.
Su camino al éxito no es original. A fines del siglo 19, tras la guerra 
civil en Estados Unidos, pulularon las publicidades de medicamentos “milagrosos” para todo tipo de dolencias. Esos hombres lesionados por la lucha armada no tenían una medicina tradicional accesible. La potencia mundial era en aquel tiempo una nación pobre.
La necesidad de la población y la viveza de algunos permitieron el auge de medicinas fraudulentas. Recordemos que la bebida Coca-Cola nace en esa época como un tónico: Era más negocio vender remedios que alimentos.
En el apogeo de este engaño la ley norteamericana intentó regular la publicidad de medicinas. Hoy la legislación en el mundo establece límites que en países poco desarrollados son fáciles de sortear.
Ese efecto milagroso de medicamentos dudosos que anunciaban hace más de 100 años hoy es reemplazado por un bombardeo publicitario en medios masivos, en especial en la televisión.
La intensidad en la pantalla de los productos de Genomma Lab en mi ciudad es llamativo: Tandas completas en horario central de productos distintos pero del mismo dueño. Figuras reconocidas son contratadas para garantizar un mayor impacto. Una invitación a la automedicación, a la cura milagrosa y a los resultados inmediatos. ¿Un producto de belleza para resolver una enfermedad? Así lo venden. ¿Quién certifica sus resultados? Ellos mismos.
La televisión es una fiesta de mentiras.
Su marca Asepxia es un completo fraude ya que se trata de un producto cosmético que, por lo mismo, es incapaz de ofrecer la cura y los beneficios que ofrece. Es un jabón de baño como cualquiera. Y punto. Y el colmo: inventaron una palabra, el antiacnil-3 que es sólo eso: una palabra porque ese ingrediente no existe. (Antonio Delius, El Publicista.info)
Una detrás de otra desfilan los anuncios, o infomerciales, con los testimonios de resultados increíbles para las cremas para piernas Goicoechea, el milagroso rejuvenecedor Cicatricure (que era para disimular cicatrices pero se transformó de la mano de Genomma Lab en el elixir de la juventud), el shampoo Tío Nacho y sus efectos increíbles, los productos para el acné adolescente Asepxia para obtener una nueva cara, el estimulante sexual femenino Multi-O, el antigripal de cura inmediata Next, el polvo pédico Piecidex, el analgésico Tafirol y otros cosméticos y medicamentos de venta libre.
Várices, diabetes, gripes, hemorroides, fiebre, arrugas, orgasmos, hongos y verrugas atendidos por productos con fórmulas ligeras o engañosas, pero presentadas como innovadoras llegando a una población que prefiere ir a la farmacia que al médico, aunque esa actitud resulte más onerosa.
La Procuraduría Federal del Consumidor de México(PROFECO), multó a Genomma Labs por más de 2 millones de pesos. Esto por tener publicidad engañosa. Específicamente se señaló a “Tío Nacho Matizante” como un producto que no cumplía lo que ofrecía en su publicidad, por lo que resultaba engañosa y afecta los intereses del consumidor. Los productos Tío Nacho se exportan a 14 países, entre ellos Brasil, Chile y Estados Unidos. (El Economista, México)
Abunda en internet los testimonios negativos sobre esos productos, sus fórmulas engañosas y exageradas promesas publicitarias. ¿Se trata de una campaña de desprestigio a una firma de primer nivel? Hay competencias difíciles donde la lucha puede ser sangrienta, pero los antecedentes de esta empresa mexicana confirman algunas opiniones nefastas que ponen en duda su credibilidad y seriedad.
Del «llame ya» a la cura instantánea.
Genomma Labs tiene su origen y sede mundial en México. Ese país, como otros de Latinoamérica, se caracteriza por tener en el mercado innumerables productos farmacéuticos “milagrosos” legales e ilegales, con una población que no deja de comprarlos por no tener acceso a la medicina tradicional. El negocio es evidente ya que se abusa de la ignorancia del consumidor para ofrecer resultados mágicos y fraudulentos. Esa misma ignorancia permitía que avisos poco elaborados vendieron todo tipo de objetos inútiles a un público obnubilado frente al televisor.
De la publicidad al laboratorio ajeno.
Genomma Lab no nace como un laboratorio medicinal y de productos de belleza sino que surge de una agencia de publicidad. En 1996 la empresa mexicana Producciones Infovisión S.A. de C.V., productora de comerciales, adquirió los espacios muertos de la televisión azteca Televisa para publicitar medicamentos “mágicos”. Tres años después se hace dueña de varias marcas y crea Genomma Labs.
“Maquilar con un tercero nos permite cambiar a la mejor fórmula si surge una y reformular el producto”, Ellos (la competencia) no pueden hacerlo porque inventaron el ingrediente activo y tienen toda una planta para ello”. Lic. Rodrigo Herrera Aspra, Presidente del Consejo de Administración Genomma Lab.
Detrás del negocio se encuentra Rodrigo Herrera Aspra, que con 26 años compra una fórmula para el acné que él mismo sufría y crea un producto que ofrece por televisión. Después descubre que mientras otros fabriquen sus marcas él puede dedicarse a brindarle publicidad intensiva. Asi crea su empresa, una pseudo farmacéutica que en realidad es una firma de mercadotecnia. Hoy es uno de los principales anunciantes en varios países.
Para avanzar en el mercado de Estados Unidos se asocia a Televisa y crea Televisa Consumer Products USA (TCP), con una mayoría de 51% de la empresa mediática y 49% de Genomma “para vender y distribuir productos de cuidado personal y medicamentos de libre venta en Estados Unidos y Puerto Rico”.
Con la compra en 2013 de Tafirol de Argentina establece un interés en nuestro mercado que se traduce en su gran aporte publicitario, que silencia cualquier crítica en los medios masivos.
La guerra contra los falsos medicamentos y la venta libre.
En 2004 la Secretaría de salud de México detectó diversos productos que eran vendidos como medicamentos milagrosos y eran fraudulentos o engañosos. En la lista aparecen algunos supuestos adelgazantes conocidos en Argentina y la marcas Goicoechea , Cicatricure y Asepxia de Genomma Labs. El documento oficial revela que ”los fármacos milagro se aprovechan de una clasificación errónea como suplementos alimenticios, remedio herbolario y productos de belleza o perfumería, además que se les atribuyen propiedades que ponen en riesgo la vida de algunos enfermos, principalmente aquellos que padecen males crónico-degenerativos.”
Señala que “existe la posibilidad de que el consumidor se engañe al ver este tipo de publicidad y abandone algún tratamiento médico específico y con ello pierda de vista el diagnóstico de alguna enfermedad. La evaluación del riesgo a la salud de estos productos se realizó mediante el análisis químico de cada ingrediente que lo conforma.”
En 2009 la Cámara Nacional de la Industria Farmaceútica y la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos de México, pidió al gobierno de su país que obligue a Genomma Labs a retirar la publicidad de los medios electrónicos. «No vamos a ir en contra de los productos, vamos a actuar en contra de la empresa y de todas las mentiras y violaciones que ha cometido con los anuncios de su línea Primer Nivel por tu salud», argumentó Dagoberto Cortés, presidente de una de las entidades. En esos momentos la disputa era por una maniobra con ventas de medicamentos genéricos que fabricaban terceros para Gonomma Labs.
En su país se origen la empresa de Herrera Aspra fue sancionada más de un centenar de veces por emitir anuncios que exageran información de sus productos o les atribuyen propiedades terapéuticas que no tienen, pero asume las multas y sigue adelante.
En Colombia recibió una multa de medio millón de dólares por prometer con su producto Next la cura milagrosa de los estados gripales. Protagonizada por el conductor Marley en Argentina, un anuncio similar jamás fue sancionado.
La Asociación de Propaganda Médica de Argentina (AAPM) denunció las trampas del mensaje de Next en la ANMAT con el trámite 520/15. Sin embargo el organismo de control argentino desestimó el reclamo. Para la autoridad pública no había delito, ni infracción, ni nada…
En 2014 la AAPM realizó una campaña para denunciar a aquellos que alientan la automedicación de Ibuprofeno y Paracetamol, dos productos cuya peligrosidad ha sido constatada por entidades científicas y médicas de todo el mundo, sin embargo son de venta libre.
Citaron el caso de Next, de Genomma Labs, que contiene 500mg de paracetamol, además de cafeína, clorhidrato de fenilefrina y butetamato. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, en enero de 2014 instó a los médicos «a dejar de recetar fármacos que contengan más de 325 miligramos por comprimido de acetaminofén (paracetamol) debido al temor de que genere daño en el hígado.» Sin embargo acá se vende igual.
El Centro de Información Medicamentos (CIME) de la Universidad Nacional de Córdoba, advirtió que «el gran beneficiario de la automedicación es la industria farmacéutica abriendo nuevos mercados para sus productos e incrementando sus ventas y sus ganancias».
«Para ello (la industria farmacéutica) cuenta con sofisticadas estrategias de marketing y enormes sumas de dinero para la promoción de medicamentos», agregó un informe del CIME.
Precisamente, un reciente informe de la Cámara Argentina de Agencia de Medios reveló que la industria farmacéutica es una de las cuatro primeras anunciantes del país y compite con productos de consumo masivo como son las bebidas alcohólicas, los productos de limpieza y los celulares, convirtiendo al medicamento también en un producto de consumo. (Tribuna de Periodistas)
También en Colombia fue denunciada la crema Cicatricure porque su publicidad engañosa afirmaba que “Reducía arrugas y líneas de expresión, prevenía la formación de nuevas arrugas, tonificaba y recuperaba la elasticidad de la piel y que los resultados se verían reflejados a las ocho semanas de su uso, pero sin (aportar) ningún tipo de soporte científico acerca de todas las bondades anunciadas». En Argentina nunca fue cuestionado por las autoridades de control.
Medicamentos de «Venta libre» y productos cosméticos con propiedades curativas parecen traspasar los filtros legales. El Instituto de Estudios sobre Políticas de Salud de Argentina contabilizó 200 millones de unidades de venta libre en 2013, muchos de ellos ofrecidos como productos “milagro.”
La AAPM ha respaldado los proyectos legislativos en el Congreso argentino que proponen prohibir la publicidad de los medicamentos de venta libre en medios de difusión. El debate crece ante el silencio de quienes deberían evitar tanto engaño.
Claudio Scabuzzo
@laterminalblog
Algunas referencias:
https://menntal.wordpress.com/2013/12/09/genommalab/
http://blog.duopixel.com/articulos/genomma-lab.html
http://www.cronica.com.mx/notas/2004/130193.html
http://www.cnnexpansion.com/negocios/2009/09/06/todos-contra-genomma-lab
http://periodicotribuna.com.ar/15593-lo-que-no-se-dice-sobre-los-medicamentos-de-venta-libre.html
http://www.cnnexpansion.com/expansion/2009/06/10/la-formula-del-exito
http://www.proceso.com.mx/326153/genomma-lab-aliada-de-televisa-ingresa-al-mercado-farmaceutico-argentino
http://www.elfinanciero.com.mx/economia/genomma-lidera-multas-de-la-cofepris.html
http://www.ieps.com.ar/es/template.php?file=notas/2016/01/16-01-06_Sancionan-en-Colombia-a-Genomma-Lab.html
http://www.ieps.com.ar/es/informes/Revista-IEPS_2015-05.pdf
http://realidadalternativajp.blogspot.com.ar/2013/07/el-caso-de-tio-nacho.html
http://elpublicista.info/las-muchas-mentiras-de-asepxia/
La Terminal, ida y vuelta a la realidad 
Hola, Scabuzzo! Me interesó mucho tu artículo sobre los falsos remedios que se propagandizan en televisión principalmente, caso del Cicatricure. Cada vez que veo ese anuncio me pongo a putear porque, debido a lo que aprendí precariamente sobre biología, sé que no se puede modificar con cremas la estructura de la piel. Pero las últimas veces he visto que el anuncio ha variado algo lo que dice: ahora insisten más en el efecto cosmético. Creo que se debe a la multa que le aplicaron. Pero ya el nombre del producto es engañoso y da a entender que cura las cicatrices, que las borra. ¿No te parece que además de reputear contra estos delincuentes habría que iniciarles acciones penales? Yo he estado haciendo denuncias contra sectas delincuentes en México, los EEUU, Ecuador, Perú, Chile, Colombia, Uruguay, España y, por supuesto, la Argentina. Y me gustaría más aún hacer denuncias contra todos los farsantes. Me resulta escandaloso lo que hace Mottura en Paraná y en todos los lugares donde tiene instalados sus consultorios. Hemos tenido fraudes monumentales como los de la crotoxina. ¡El Hansi y el Dr. Crescenti! Messi se prestó para la propaganda de Herballife. El mismo presidente en ese momento intervino para que dejaran entrar el agua milagrosa de Tlacote que traían en vuelos charters desde México. Las sectas perjudican económica y psicológicamente pero estos charlatanes de las pseudomedicinas y pseudomedicamentos además de estafar y perjudicar emocionalmente también pueden enfermar y matar. Si te parece vos podrías darle forma a la parte médica y científica y yo podría darle la forma jurídica a las denuncias penales. Un abrazo Héctor
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Gracias Doctor…Interesante propuesta que queda abierta a todos aquellos que puedan ofrecer las pruebas científicas de estos productos a través de su experiencia fallida. Pero las autoridades públicas ( en especial el ANMAT) deben estar empapadas del asunto aunque el poder económico hace que nada se limite y se controle como debería ser. Los medios están anestesiados por tanta inversión publicitaria… los organismos de defensa del consumidor están atestados de denuncias sobre los servicios de telefonía y poco atienden productos de consumo engañosos. Hay normas legales que se relajan para que esto suceda.
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