Estación multimodal para el tren bala.

  

Vecinos de la vieja estación Rosario Oeste reclaman que el tren de alta velocidad que licitó el gobierno nacional tenga su plataforma en dicho lugar, aunque el nuevo plan urbano de Rosario establece otro punto. Los vecinos del barrio Belgrano expresaron su opinión con un enorme pasacalle que atraviesa Mendoza casi esquina Paraná. En tanto se gesta en Rosario un nuevo plan urbano que recibirá al futuro tren «Cobra», cuyo contrato final se firmaría en abril próximo, para finalizar la obra en el 2014. Sin embargo, el Club de París presiona para cobrar primero.

Inicialmente se había pensado en la estación del ex ferrocarril Belgrano como terminal en Rosario del tren de alta velocidad que la uniría a Buenos Aires, pero el proyecto ferrourbanístico del intendente Miguel Lifschitz  es más ambicioso.

En terrenos ubicados en el cruce Alberdi, casi el corazón de la ciudad, el municipio piensa levantar una estación multimodal para ómnibus y trenes. Allí irían todas las operaciones de la actual Estación terminal de Ómnibus Mariano Moreno, ubicada a 7 cuadras del lugar. Además arribaría el tren bala desde Retiro (Buenos Aires) a través de un túnel, y habría conexión con trenes urbanos y suburbanos, la estación de la nueva conexión ferroviaria a la provincia de Córdoba y  hasta un enlace con el aeropuerto internacional de Fisherton.

Este nodo del transporte de pasajeros representa el máximo desafío para el futuro, junto con el tren «Cobra» de alta velocidad. Para esto el gobierno municipal necesitará financiamiento, apoyo provincial y nacional, y una gran muñeca política para enfrentar a una oposición muy dura, dispuesta a frenar cualquier iniciativa que beneficie al sector  político del intendente y del gobernador.

A nivel nacional, oficialmente se informó los detalles del financiamiento del proyecto.  Los ministros de Planificación, Julio de Vido, y de Economía, Martín Lousteau,  establecieron que el banco Société Genérale financiará la totalidad de la obra (unos 4 mil millones de dólares) con préstamos a quince años, más siete de gracia. Los préstamos ingresarán a una cuenta especial del Banco Nación en cuotas anuales, según avancen los trabajos.

En tanto, el gobierno respaldará la devolución del crédito con la entrega gradual a las entidades de nuevos papeles de deuda, en pesos y euros.

Los requisitos fueron plasmados en un memorando de la Secretaría de Finanzas de la Nación que estipula las condiciones que deberá cumplir la propuesta de financiación del grupo adjudicatario que encabeza la francesa Alstom y a la que acompañan la española Isolux y la local Emepa.

Este esquema permite que el proyecto se concrete sin un documento oficial de garantía de la obra y sin necesidad de que el congreso deba aprobar el tema.  A principios de abril de 2008 ya debería firmarse el contrato definitivo que ponga punto de partida a esta obra que estaría finalizada en el 2014.

La líder de la Coalición Cívica en declaraciones a Radio 2 de Rosario indicó  a principios de marzo de 2008 que la financiación «es una escándalo, poner una garantía de 4 mil millones de dólares es un escándalo. Con eso estaríamos empezando a solucionar el problema de la pobreza en la Argentina».

Para la dirigente se trata de «un negocio hecho a costa del Estado con costos que no se explican; es un escándalo a todo el Estado Argentino».

Por su parte el diario «Crítica de la Argentina» publica en la fecha declaraciones del embajador de Francia en el país sobre el peligro de que no se reciba el crédito que permita iniciar las obras.

El embajador de Francia en la Argentina, Frédéric Baleine Du Laurens advirtió en referencia a la relación financiera con su país que «mientras no haya un acuerdo, no hay posibilidad legal en los países miembros del Club de París de otorgar créditos blandos», destacó en declaraciones al matutino La Nación.

La deuda tomada y nunca saldada con la institución financiera afectaría directamente a las inversiones previstas por la Banca Société Genérale quien brinda las garantías a la firma Alston para la construcción del tren bala que unirá Buenos Aires, Rosario y Córdoba.

El diplomático agregó que la deuda no es grande pero lo que importa realmente es que impide a los organismos financieros a otorgar a nuestro país los créditos blandos para realización de obras.

En ese sentido, Du Laurens declaró que la deuda argentina con el club de Paris representa «ocho minutos de recaudación fiscal en Francia, unos 300 millones de dolares y eso es lo que recauda el Tesoro cada minuto que pasa».

Por ese motivo el diplomático consideró que no llegar a un acuerdo significa perderse la posibilidad de que los países miembros otorguen a la Argentina créditos blandos, ya que por reglamento no lo hacen a países deudores.

La magnitud de la obra y el hecho de que se trate del proyecto más importante del gobierno nacional de Cristina Kirchner, hacen llover las críticas. Sin embargo, los rosarinos están expectantes con esta alternativa que le brinda el futuro, ya que provocará un incremento del nivel tecnológico del transporte y un flujo de nuevos visitantes a esta ciudad.

Es una inversión que generaría miles de  fuentes trabajo, lo que significa la forma más genuina de cambiar las condiciones de vida de la sociedad. 

Claudio Scabuzzo

La Terminal

Fotos: Claudio Scabuzzo

Foto tren bala: Diario El País (España)